No voy a andarme con rodeos, hoy mi amado y yo hacemos un nuevo año juntos, dos exactamente, no voy a ser muy fina que digamos pero cuando decidimos comenzar una historia el y yo no me imaginaba que llegaríamos a escribir tantas páginas de llantos y risas, muchas más de risas que de llantos, aunque reconozco que fueron llantos breves e intensos. Ahora esto me parece sólo un prólogo de todo lo que estar por venir, tantísimas cosas que ni siquiera podría llegar a imaginar...
Supongo que estoy extendiendo este inicio demasiado, pero me encuentro algo atiborrada de crepes, o como se escriban, y de onigiris...
Gracias por ser mi musa en incontables ocasiones ante el folio en blanco.
Gracias por ser mi maestro en más de mil artes y mundos, como cuando me mostraste Anima, me intentaste enseñar Kung Fu, y cuando también lo intentaste con la cocina...Lo lograste enseñándome a masterizar.
Gracias por mostrarme a mí misma lo grande que puedo llegar a ser, y sobretodo gracias por enseñarme a quererme, respetarme, y a no dejar nunca de ser yo.
Gracias por mostrarme otra perspectiva del mundo, como cuando salimos por primera vez por la noche.
Gracias por convertirme en una dama, como cuando me intentas convencer de que me arregle un poco.
Gracias por subir aquel largo torreón y derrotar a ese dragón que yo controlaba solo para poner a prueba a los incautos que creían que podrían subir.
Gracias por robarme un beso aquel día.
Gracias por ser tú mi príncipe oscuro, y yo tu dama de la alta burguesía.
Gracias por estar siempre ahí.
Gracias también por aquel día que sostuviste mi mano mientras contemplábamos las estrellas en mi sitio secreto y yo te pregunté "¿Qué haces?" y respondiste "No sabía que te gustara la astrología" y yo "¡No, la mano!" y la solté. Gracias por aquel 6 de junio de 2010 a las 01:15 am...
Y dieciocho horas más tarde, comenzó nuestra historia...¿O ya había comenzado?
Te amo.
6/6/2010
