viernes, 13 de agosto de 2010

Más que un objetivo


Aquí estoy, de pié frente a un largo y peligroso camino, pero nunca tendré miedo.

Vengo de lujosos castillos llenos de miseria, de cementerios dorados...

Empuño con mi izquierda a mi orgullo, la derecha está en mi bolsillo sujetando el anodyne que me queda para resistir tan duro viaje.

...

Es cierto empuñando este orgullo no podré recogerte cuando caigas, ni podré cariciar tu dulce rostro y  hacerte sonreir, ni alborotar tu pelo y reirme de la cara que pones solo para distraer tu atención y no te des cuenta de que te miro con "esos ojos"

Pero si vuelvo a dejar que se oxide me volveré vulnerable y tendrás que seguir potegiéndome...

¿Y sabes qué es lo peor?

Que si tú caes, yo no podré salvarte.

Por eso prefiero renunciar a las caricias, los besos, las sonrisas y el tenerte a mi lado...

Renuncio a ello para poder estar en guardia y portegerte. Prefiero que me atraviese la primera flecha al ver cómo te hieren...

Empuño el orgullo que nunca me permitirá coger tu mano.
Empuño el orgullo con el que lucharemos espalda con espalda.

Continuemos pues... Todos nosotros

No hay comentarios: